Siempre que lances tu segundo hechizo cada turno, elige la criatura objetivo que controla un oponente. Si está girada, pon un contador de aturdimiento sobre ella. De lo contrario, gírala. (Si un permanente con un contador de aturdimiento fuera a enderezarse, en vez de eso, remueve uno de esos contadores de él.)
Incluso cuando no acertaba en las muñecas, un golpe de truenoesposas a la cabeza servía igual.