Hasta el final del turno, las criaturas que controlas ganan la habilidad de arrollar y obtienen +X/+X, donde X es la mayor fuerza entre las criaturas que controlas.
Ellos no temen a los Espectros del Anillo, pues quienes han vivido en el Reino Bienaventurado viven al mismo tiempo en ambos mundos y tienen grandes poderes contra lo visible y lo invisible.