Exilia todas las cartas de criatura del cementerio del jugador objetivo. Ganas 3 vidas por cada carta exiliada de esta manera.
De pronto, comenzó un canto: un murmullo frío, siniestro, cruel y triste que subía y bajaba. La noche se quejaba de la mañana que le habían quitado y el frío maldecía el calor que deseaba.