Los permanentes que controlas tienen la habilidad de rebatir {2}. Al comienzo de tu paso final, muele dos cartas, luego exilia una carta que no sea tierra al azar de tu cementerio. Cópiala. Puedes lanzar la copia sin pagar su coste de maná. (Un hechizo de permanente lanzado de esta manera se convierte en una ficha.)