Cuando la Luz de destierro entre al campo de batalla, exilia el permanente objetivo que no sea tierra que controla un oponente hasta que la Luz de destierro deje el campo de batalla.
Delante de todos se encontraba Aragorn con la Llama del Oeste, Andúril. Como si de un nuevo fuego prendido se tratase, Narsil reforjada y tan letal como antaño. Llevaba en la frente la Estrella de Elendil.