Encantar criatura que controla un oponente. Cuando la criatura encantada muera, exilia una cantidad de cartas igual a su fuerza de la parte superior de la biblioteca de su propietario. Puedes lanzar hechizos de entre esas cartas mientras permanezcan exiliadas, y puedes usar maná como si fuera maná de cualquier tipo para lanzar esos hechizos.