Siempre que ataques a un jugador, gira la criatura objetivo que controla ese jugador e incítala. (Hasta tu próximo turno, esa criatura ataca cada combate si puede y ataca a un jugador que no seas tú si puede.) Siempre que un oponente ataque a otro de tus oponentes, el jugador atacante y tú roban cada uno una carta y pierden 1 vida.